En el verano visité el Templo de la Orilla, al sur de la India… en Tamil Nadu, una de las zonas del país devastadas por el tsunami de 2005. Todavía se podía ver alrededor las tierras desoladas de los poblados que fueron literalmente borrados del mapa. Pero este pequeño templo cargado de siglos de espiritualidad permaneció así, incólume! La energía que respiré en ese lugar fue intensa, profunda, muy profunda, mucho que más que en otros grandes templos.
En estos días durante mis meditaciones mentalmente viajo hasta ahí para cargarme de esa energía y sabiduría… y así encontrar la inspiración para, desde la calma, asumir la marea que nos abarca!