El yoga para mí es un viaje hacia el universo interior, un camino que descubrí hace quince años, durante mi tratamiento de quimioterapia por un cáncer de ovario. En aquel momento el yoga me ofreció una nueva forma de mirar la vida y las herramientas para sostenerla con mayor serenidad.

En paralelo a mi trayectoria como antropóloga, dedicada a la cooperación y la investigación, me fui formando en distintas ramas del yoga en India, Nueva York, México, Colombia, Ecuador y Barcelona. Con el tiempo sentí el deseo de compartir esta experiencia transformadora y me especialicé en yoga terapéutico, prenatal, postnatal y, en 2015, en Yoga for Cancer Survivors.

De mi propia vivencia con la enfermedad y del acompañamiento a otras personas nació la metodología de Yoga Oncológico.

En 2021 impulsé la primera formación en habla hispana junto a la Fundación Rādika y, un año después, fundé la Red Internacional de Yoga Oncológico, presente en 14 países. Con la RED desarrollamos también programas de yoga en hospitales públicos.

Hoy entiendo la esterilla como una alfombra mágica que me conecta con personas en diversas situaciones y que transforma la práctica en un espacio de encuentro, cuidado y aprendizaje compartido.

Namasté!